¡Parecen
pétalos pero en realidad son plumas!
¡Son
alitas! Las hice para Gabriel hace un par de años pero no le gustaron nada, así
que las guardé. Y ahora se las he enseñado a Carmen y le han encantado. Las utiliza más bien como abrigo, pero
le quedan preciosas igualmente. Las vi aquí.
Me las pide cuando vamos al parque y se abriga con ellas. Se atan a los brazos con lacitos.
Os las enseño extendidas. ¡Espero que os gusten!