El
mes pasado asistí a un taller para aprender a hacer una corbata. Lo organizó
Black oveja, una preciosa tienda de labores que además organiza talleres y
cursos.
Yo
rara vez tengo paciencia para llevar a cabo proyectos que me lleven muchísimas
horas, así que cuando vi que este taller era un sábado por la tarde, y que en
tres horas podría tener lista una corbata chulísima, decidí apuntarme. Además, me
hacía mucha ilusión poder regalar a K. algo cosido por mí, y por supuesto, a mi
padre, que se lo merece más que ningún otro.
Podíamos
elegir la tela que quisiéramos de entre todas las que había en la tienda. A mí
me gustó una tela japonesa de animales que me pareció muy divertida y
original.
El
resultado fue espectacular.
A
mi padre también le encantó la suya.
La tela es de Heather Bailey para Free
Spirit.
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